Cuando en mis manos sentí palpar ese día el calor del amor pensaba que era de ese color de rosa que tantas veces había leído, cuando lo pinté con mis ilusiones y le dí ese toque mágico de la madures me di cuenta que parecía un jovencito que abandonaba sus juguetes para volar con los brazos abiertos a la vida, recordé en unos segundos toda mi niñez y me di cuenta de todos mis errores y mis aciertos.
Fue un día invadido de agonías, cuando el silencio y el aire acariciaron mi rostro pude darme cuenta que el color rosado del que todos hablan no era verdad, no había luces, ni estrellas, ni cuentos de hadas, hacia años que habia dejado de ser un niño, tambien un adolescente, una persona madura buscando el amor.
¿Y el amor? ¿Dónde estaba el amor?
Palabra indescifrable a través de los tiempos y que no hay diccionario alguno que lo defina, cada ser lo siente de diferente manera, un sentimiento único, eterno y verdadero, extraño, quizás hasta un poco masoquista.
Sabía que algo no andaba bien dentro de mí, un huracán se avecinaba y estaba viviendo lo que nunca ni en mis sueños hubiera imaginado vivir. Era necesario vaciar toda esa agonía, era necesario despegarme a jirones de mi piel de todas sus caricias de sus besos, arrancar de mis oídos el eco de sus palabras rotas, esa dolorosa necesidad de su presencia y esa sed de querer siempre beberme su recuerdo.
Para poder hacerlo tomé en mis manos una libreta de notas, ansioso empecé a garabatear todas esas vivencias empolvadas en mi memoria, a mi edad en una sola aventura había podido estar cerca del cielo y del infierno a la vez.
No pretendo con en estas líneas convertirme en víctima ni vencedor, quien escribe es solamente un ser como otro cualquiera, solo alguien que ha dejado abierta la ventana para que todo el miedo, la valentía, las alegrías y las lágrimas entraran y llenaran las esquinas de mi habitación en penumbras, dejar desnuda mi alma para poder sacar a la luz todos esos sentimientos escondidos.
Mis letras van dirigidas a todas aquellas personas que se olvidaron un día de soñar, de creer en príncipes y princesas, en castillos encantados, en la vida que te aleja de tus verdaderas aficiones y que el tiempo se convierte en tu enemigo, van dirigidas a todo aquel que un día ha tenido que sepultar el recuerdo de unos sueños, de unos besos y olvidar un pasado que no se puede olvidar, mis letras llevan el mensaje de la esperanza, de saber que si se puede alcanzar ese sueño que un día parecía imposible, mis letras son tuyas, tú que te acercas en una tarde fría de lluvia a querer entender a donde se fue ese amor de juventud.
¿Donde esta ya ese amor que te busco esa tarde bajo la lluvia?. Cuando mis pies desnudos besaban la tierra para encontrarte.
¿DONDE?
¿Sabes tú a donde marchó ese amor?
Lo busqué en el desesperado deseo de encontrarle, amordazando cada segundo al tiempo para que no marcara las agonizantes horas que más tarde traerían a mi rostro las inevitables arrugas.
Vagué por desiertos, por llanuras, por montañas y valles por las serranías de mi pueblo, hasta en el inmenso mar de los recuerdo.
Una chispa de razón me invadió la mente, entonces encaminé mis pasos a buscarte.
¡Qué sorpresa!
¡Encontré el amor, había estado escondido siempre entre mis versos!
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