Es tarde y como cada noche, pienso en ella.
Me aferro a su pensamiento, y escucho esa melodía, la banda sonora de nuestros sueños.
La brisa de su alma me acaricia, esta entrando en mi templo, cierro los ojos y vuelo, pediría ahora a una estrella fugaz mi deseo… Que vinieras a buscarme esta noche....Y me regalaras solo un momento, alcanzar el infinito rendido en tus brazos, tocar las nubes con mis manos como tú me has enseñado, sentir mis alas que alzan el vuelo, sin promesas ni juramentos.
Quiero dejar que me envuelva el deseo y perderme en el dulce abismo de tu seducción y mientras… Bailamos, te agarras a mi cintura y yo… Yo desnudo mis pudores, destierro mis miedos ocultando mi cara sobre tu pecho.
Me sonríes, notas como tiembla mi cuerpo al sentirte, me calmas con un beso, somos un par de rosas rojas con un toque de rocío en sus pétalos, derrochando aroma fresco.
Mis ansias esta noche no las puedo contener, quiero tenerte, voy contando los minutos que faltan para verte para cubrir nuestros cuerpos con mantos de estrellas y luceros.
Llevo tu calor en mis manos, siento como me atraviesa tu mirada, tengo tu sabor en mi boca sin haberte besado, tu olor en mi cuerpo sin haberte tocado, ya me es imposible resistirme a la miel de tus encantos, nos sumergimos en esa fuente de deseos silenciados, sería pecado no retener tan sublime momento.
Cobijas mi alma con el sabor de tu pasión, cubro tu cuerpo de mieles y sabores, te regalo mil caricias, mis juegos, soy la voz de tu silencio.
Acaricias mi mejilla, besas mis labios, me estas sonriendo, rozas con tus yemas mi cuello.
Soy luciérnaga perlada, alumbrándo con mi luz el infinito azul de tu cielo, mientras casi en un ahogo, me confiesas que me abrazarás en un beso que no acabará jamás.
Volveremos a ser complices, pararemos en ese momento el reloj de la ilusión, lo atrasaremos, detendremos el tiempo, y entonces...Rozaremos juntos el Universo...
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