Si supieras que me acaricia tu mirada, que me calman mis deseos que de imaginarte no cesan, cuando me miran tus ojos claros y me sonríes sin darte cuenta, que puedo morir por dentro si no beso pronto tu boca fresca.
Si pudiera hablarte y decirte que acaricio tu cuerpo muy despacio, que lo desnudo y lo siento abrazado a mi pecho de la más sublime manera, que lo voy tomando cuando cerrando mis ojos en mi pensamiento te encuentro, aunque sea consciente de que te estoy soñando despierto.
Quisiera pedirte perdón por estar amándote a escondidas, por no atreverme a decirte que tomo tu cuerpo y te entrego mi vida.
Quisiera pedirte perdón porque no encuentro el momento de poder susurrarte al oído lo mucho que estoy queriéndote.
Cobijado siempre en tu pensamiento, veo como nacen flores en tus primaveras mientras en mi otoño, las hojas se van cayendo.
En esas horas que paso sin tu aliento, prisa mi corazón me va metiendo, y le contesta mi alma bajito: Corazón, “tiempo al tiempo”, nunca fue una utopía, este sueño pudiera cumplirse algún día contra la marea y contra el viento
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